Por medio de una resolución conjunta de los Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Trabajo y Desarrollo Productivo, el Gobierno nacional estableció que, a partir del 1º de enero de 2022 la carne ya no llegará a las carnicería y centros de venta en forma de media res. A partir de esa fecha se deberá proceder al troceo en unidades que no superen los 32 kilos, por lo que la media res debería dividirse en, por lo menos, cuatro partes.

Esta decisión generó opiniones encontradas y dudas respecto a si va a generar el efecto esperado en cuanto al descenso de los precios de la carne. En general, todos los sectores apoyan el sistema de troceo de la media res y ven un avance en el comercio de carne. Incluso, desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), su presidente, Leonardo Rafael, sostiene que este sistema de troceo es un primer paso “para luego avanzar hacia la comercialización de cortes específicos”.

Los frigoríficos exportadores cuentan con la infraestructura para implementar esta medida en el corto plazo. Incluso, según sostienen del sector, se podría mejorar el funcionamiento del negocio destinando cortes específicos según el nivel económico de las diferentes zonas donde se comercialice.

José María Roca, gerente del frigorífico Logros, el más grande de Córdoba, en declaraciones a la prensa provincial, afirmó: “Con el sistema actual la carne se expone a todo tipo de bacterias ambientales. Los tiempos cambian, hay que aggiornarse. No podemos seguir hablando de tecnificarnos, de la industria 4.0 y enviamos a las carnicerías sólo carne desvestida”.

Como todo desarrollo tecnológico y cambio en el funcionamiento de un negocio, se requiere inversión y realizar un nuevo cálculo de los costos. Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) ve un problema en este aspecto y afirma que “de los mas de 400 mataderos registrados en todo el más, la mitad no podría implementar estos cambios”. De todas maneras, hay que esperar que entren en funcionamiento los préstamos destinados a efectivizar este cambio, anunciados por los ministros de las áreas responsables de la resolución.

Urcia también explicó que en un frigorífico, lo normal, suele ser comenzar con la faena a las 4 de la mañana y, ese mismo día, cargar los camiones para distribuir la carne. “Pero, si hay que trocear, son 36 horas. Hay que poner más gancheras en los camiones y ampliar las capacidades de frío. Significa un costo que se va a terminar trasladando a los precios”, detalló.

En el mismo sentido se expresó el presidente de CAMyA quien, en el informe mensual de la institución, aseguró que al implementarse este nuevo sistema la carne aumentará un 15%. Esto se daría a causa “del incremento de los costos, tanto por logística, como por transporte y los insumos”. “Un punto que no podemos pasar por alto es que el frío es caro y necesitamos más espacio para llevar a cabo el troceo”, agregó Rafael.

Por último, el titular de CAMyA resaltó la necesidad de que la medida se implemente en todo el territorio al mismo tiempo, ya que, de otra manera, implicaría que se produzcan distorsiones al haber distintas formas de trabajo y comercialización dentro del mismo sector.

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