REFLEXIONES

La economía argentina luego del COVID-19

Los analistas internacionales, hace poco más de un mes, decían que el blindaje realizado en China era suficiente para contener el COVID-19 y que no tuviese implicancias mayores para la economía mundial. Ahora estamos con PANDEMIA, parecida a las que el cine nos viene previendo desde hace tiempo, y en un estado entre sorpresa y pánico.

Por Luis Chervo | 31-03-2020 12:45hs

La situación actual me llevó a reflexionar sobre dos hechos históricos:

  1. La Biblia dice;…”Ve a tu casa, pueblo mío, ¡y pon cerrojo a tus puertas! Escóndete por un breve tiempo, hasta que haya pasado el enojo del SEÑOR” (Isaías 20:26)….esto lo dice Isaías en referencia a una peste de la época.
  2. Juan Domingo Perón dijo, en 1973, que “antes del año 2.000, en que se duplicará la población de la tierra y que la materia prima será escasa, se va a tener que producir indefectiblemente la integración Universal, es decir, que los hombres se pongan de acuerdo en la defensa total de la Tierra y en la utilización de la Tierra como Hermanos y no como Enemigos unos de otros. Además de eso será necesario que se satisfaga la solución a esa super población, …..las soluciones siempre han sido de dos naturalezas, una es la supresión biológica, matar gente, y de eso en la historia se han encargado las guerras, las pestes y el hambre que es la enfermedad que más mata en la Tierra. La otra solución es el Reordenamiento Geopolítico que permite una mayor producción y una mejor distribución de los medios de subsistencia. Si el Hombre en esto que resta hasta ese momento, que llegará en el siglo XXI, no ha resuelto este problema por la vía Geo Política, produciendo más y distribuyendo mejor con mayor justicia, dando al Hombre lo que necesita para subsistir, entonces el remedio será la destrucción, si la insensatez de los Hombres no utilizara el camino constructivo de la Integración Universal”…

Hoy la realidad es que Moody´S Corporation, una de las principales agencias de calificación de riesgo a nivel internacional, dice que la Argentina caerá, luego del coronavirus, un 3,9% (y es bueno recordar que el año pasado cayó el 2,2%), Estados Unidos caerá un 2% con un infernal  nivel de desocupación, que por su legislación de desamparo en áreas tan sensibles como la gastronomía y turismo se hará sentir rápidamente.

Prevén que este fenómeno del coronavirus será superado en los próximos meses, generando un efecto rebote para el 2021.

La estimación de Moody’s afirma también que la economía Mexicana se retraerá  un 3,6%, y la gran economía de Canadá también retrocederá un 3,6%. Esto es bueno saberlo, pues el G20 cree que la caída será del 0,5% a nivel global, cuando ellos estudiaron que este año sería creciente llegando a un 2,6%. En su análisis ahora prevén que este fenómeno del coronavirus será superado en los próximos meses, generando un efecto rebote para el 2021 (cosa que comentarán los que sobrevivan, digo yo).

Esas son especulaciones que hay que conocerlas porque inciden en las decisiones de muchos líderes del mundo. Pero lo cierto es que, si analizamos las economías más serias del planeta, debemos decir con certeza que en los dos primeros trimestres la contracción fue del 5,4% en Alemania, del 4,5% en Italia, del 4,3% en EEUU, del 3,9% en el Reino Unido y 3,5% en Francia.

La gran vedette de esta crisis es China, y su costo es alto, ya que pasará de una expectativa de crecer un 6,1% a una realidad que puede ser, en cálculos optimistas, sólo de un crecimiento del 3,3%.

Nuestro país está haciendo dos cosas fundamentales: en primer lugar, que el impacto de la peste se lleve a los menos posibles,  y , en segundo lugar, preservar la estabilidad social y atemperar el impacto sobre nuestra economía.

Esta situación desde lo económico no se puede enfrentar solo con estímulos, por lo cual hay que trabajar sobre un Plan Integral Económico.

Debo decir que el Presidente Alberto Fernández viene demostrando lucidez y gran determinación, poniéndose al frente de la lucha contra la pandemia, y comprometiendo a todos los sectores de la vida nacional en esta guerra contra “el enemigo invisible”, como calificó a este maldito virus.

También hay que destacar la actitud de todos los sectores, sin exclusiones, acompañando esta lucha desde donde cada uno puede hacerlo, incluyendo por supuesto a la inmensa mayoría de nuestro pueblo que cumple a rajatabla con las medidas de protección, quedándose en sus casas o concurriendo a trabajar, como en el caso del sector rural, pero cumpliendo las medidas de higiene y seguridad en el trabajo.

Si el mundo nos está mirando y destaca lo que estamos haciendo frente al coronavirus significa que estamos bien encaminados. Proteger la salud de nuestros nacionales y preparar al país para que, superada la crisis, cada argentina y cada argentino, puedan retomar sus proyectos, su senda de vida, son las acciones que hoy vemos que desde el Estado se están llevando a cabo.

Alberto Fernández: "El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin".

Lo concreto es que este fenómeno del virus que nos acorrala, tiene, según los científicos y médicos, una única solución, que es la cuarentena masiva, para evitar la diseminación del COVID-19. Esta situación desde lo económico no se puede enfrentar solo con estímulos, por lo cual hay que trabajar sobre un Plan Integral Económico, sabiendo nuestras reales capacidades de Producción y de Distribución de nuestra riqueza.

Si viviese Aldo Ferrer, diría “vivir con lo nuestro”. Tal vez, sería dueño de parte de la razón, pues debemos pararnos definitivamente sobre nuestro real potencial: el agro, nuestro poderoso mar, nuestra minería, nuestro potencial intelectual, nuestro potencial científico, nuestro potencial tecnológico y compartir este nuevo escenario tal como lo dice Alberto Fernández: "El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin(...)la urgencia que marca las muertes nos obliga a crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que estamos viviendo”.

Creo que esas palabras pueden ser el camino que dé lugar a que nazca una nueva Sociedad, en la cual todos podamos ser mejores personas,  más amigos de la Naturaleza y que encontremos ese equilibrio que nos mencionaba Juan Perón, entre Producción y Distribución de la riqueza , para que podamos llegar a una verdadera Justicia Social

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