La reunión de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) arrojó como resultado la decisión de extender el cese de la venta de hacienda ante la negativa del Gobierno de levantar el cierre de las exportaciones de carne vacuna por 30 días.

De esta forma, el lockout promovido por las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) y la Federación Agraria Argentina (FAA), que comenzó el jueves pasado, se extenderá hasta las 24 horas del próximo miércoles 2 de junio. A través de un comunicado, las entidades insistieron en que “el camino elegido por el Gobierno no va a lograr que los precios internos de la carne bajen sino que va a tener el efecto contrario al buscado” y recordaron que medidas similares en el pasado provocaron aumentos en la carne de “más de un 50% sobre el promedio del resto de los precios de la economía”.

El productor no es el formador de los precios ni el causante de la inflación, sino el eslabón más débil de una cadena compleja, dinámica y muchas veces con intereses en pugna que debieran ser concertados.

Respecto a la incidencia de los productores en los precios, desde la Mesa de Enlace remarcaron: “El productor no es el formador de los precios ni el causante de la inflación, sino el eslabón más débil de una cadena compleja, dinámica y muchas veces con intereses en pugna que debieran ser concertados”. Además, cruzaron a otras entidades del sector y funcionarios del Gobierno afirmando que “no es aumentando impuestos como se solucionarán los problemas” y atribuyeron el incremento de los precios a “una economía descontrolada, con un gasto público desmedido y con una emisión de pesos que exacerba esa dinámica de los precios antes que calmarla”.

Hasta el momento la protesta registró un alto acatamiento. Las imágenes del Mercado de Liniers vacío seguirán repitiéndose hasta mediados de la próxima semana, así como también seguirán suspendidos los remates físicos y virtuales.

Como respuesta a los escenarios de desabastecimiento y suba de precios que pueden surgir a raíz de la protesta, desde CEEA advierten que continuarán “en sesión permanente para seguir evaluando el estado de situación y continuar expresando el reclamo” pero que de ninguna manera quieren “producir perjuicio alguno sobre el ya castigado ciudadano argentino por la falta de ingresos erosionada por la inflación, por la creciente preocupación por el trabajo y en medio de la pandemia con injustificados atrasos en la vacuna como solución necesaria”.

Si bien en esta nueva etapa del paro no se incluirán a otras producciones, manifestaron que el enojo es general entre los productores “no solo de carne vacuna, sino de otros numerosos productos de las economías regionales y de producciones extensivas e intensivas, a los cuales también afectan profundamente las señales emitidas con tan errónea medida".

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