La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera, ATILRA, mantuvo una quinta reunión con la parte empleadora para llegar a acuerdos paritarios para los trabajadores del sector, pero las ofertas resultaron insuficientes y no se llegó a una conciliación.

Las cámaras empleadores CIL y Apymel ofrecieron, en el encuentro convocado por el Ministerio de Trabajo, un aumento del 13,6 por ciento del básico conformado de julio complementado por una suma fija no remunerativa de 12 mil pesos pagaderos en cuotas durante 5 meses. La oferta representó, para la parte gremial, "una actualización pero no una compensación de las perdidas del semestre".

El dirigente de ATILRA, Hector Ponce, dijo en relación a la oferta: "Fue consecuencia del pedido de la cartera laboral de postergar la negociación del segundo semestre para diciembre, lo que respaldaron los empresarios, pero retrasa otra vez los salarios un semestre más. Las sumas fijas procuraron compensar lo perdido por la falta de actualización de ese período y del semestre julio-diciembre, lo que es del todo insuficiente". Y siguió: "Al no ser remunerativo el pago de esa suma fija, se produce un anclaje de al base para discutir a futuro en ese 13,6 por ciento de julio".

Sin concluir el acuerdo, el gremio definió delegar a cada seccional de la organización la decisión de aceptar o rechazar la oferta. Pero, en el caso de que la oferta sea rechazada, se retomarían las medidas de fuerza que fueron suspendidas por la conciliación obligatoria.

A su vez, también persisten las diferencias con respecto a los aportes patronales a la obra social. Desde las cámaras empresarias, se ofertó un aporte de 9 mil pesos (en 3 cuotas) y por única vez a la obra social sindical OSPIL por cada trabajador afiliado.

Para la gremial, el ofrecimiento es escaso siendo que las empresas se negaron a aumentar los montos de los aportes que fueron acordados el 5 de mayo del 2017. Ese acuerdo, consistía en aporte de $750 para las pequeñas y medianas empresas y $1500 para las grandes compañías.

A la vez, el aporte a la obra social que ofrecen los empresarios sería por cada trabajador afiliado a la Ospil y no "sobre cada operario comprendido en el convenio laboral 2/88, ya que se trata de un sistema solidario de salud".

La gremial, en rechazo con las ofertas de la patronal, ratificaron su derecho a "la negociación colectiva" y denunciaron "la ausencia de legitimación efectiva de las cámaras patronales".

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