COMERCIO INTERNACIONAL

Soja arriba de US$ 500: qué variables influyen en el valor

Desde agosto de 2020 el valor de la soja ha experimentado un incremento del 68%. Cuáles son los factores que alimentaron la suba y cuál puede ser la tendencia a futuro.

Por Ignacio Lautaro Pirotta | 28-03-2021 10:00hs

Aunque sin alcanzar el nivel del boom de precios de 2008 y 2012, las commodities están experimentando un alza sostenida desde la segunda mitad de 2020. Entre ellas, en nuestro país se destaca la soja, cuyo valor en el mercado de referencia de Chicago subió desde los 320 dólares la tonelada en agosto de 2020 hasta los 519 de este jueves (+68%). En este contexto, y dado el especial interés que representa la soja para nuestro país, es necesario repasar qué variables son las que alteran su valor y cuál es la previsión para las mismas.

Como con todos los bienes y servicios en el mercado, la ley de la oferta y la demanda es uno de los principales factores que influyen en la alteración del valor de la soja. Si la producción excede a la demanda, el precio tiende a bajar. Y viceversa, si la producción es pequeña y la demanda es grande, el precio sube. No obstante, hoy en día los stocks son un amortiguador para las oscilaciones en los niveles de producción y demanda. El principal motivo para la suba actual se debe al aumento de la demanda china, tanto de soja en grano como aceites, destinada fundamentalmente al forraje. La potencia asiática incrementó las compras luego de superar la gripe porcina africana y la disputa comercial con Estados Unidos, conocida como Guerra Comercial. De acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la demanda china se mantendrá en las 100 millones de toneladas anuales alcanzadas recientemente, tanto en la temporada 2020-2021 como en 2021-2022. Sin embargo, en la última semana el ministro de Agricultura de la República Popular China, Tang Renjian, expresó que el país buscará reemplazar parte de la soja y aceite de soja para el forraje con otros granos. Asimismo, China ha buscado desde hace algunos años diversificar los proveedores de soja, algo que ya ha comenzado pero que no tendrá efectos en el corto y mediano plazo. En cuanto a reemplazar parcialmente a la soja como forraje, tampoco está claro en qué medida ello sería posible y en todo caso si no pasa de un anuncio del gobierno. Por consiguiente, en principio se espera que la demanda de China continúe en el nivel actual en el mediano plazo. 

El clima es otra de las principales variables que afectan el precio, afectando la relación oferta/demanda. Actualmente la sequía en Argentina y el exceso de lluvias en Brasil han modificado negativamente la previsión de la cosecha. En el caso argentino, reduciendo levemente el volumen cosechado en relación al año anterior, y en el brasileño aún por encima de la cosecha anterior pero reduciendo las proyecciones que hoy llegan a las 134 millones de toneladas. La previsión es que las condiciones meteorológicas mejoren en lo que resta de la cosecha del hemisferio sur, con lo que la variable clima no tendría una incidencia significativa en el valor de la soja.

Otra variable es el precio del petróleo, el cual se traslada vía insumos como fertilizantes y agroquímicos, así como por el costo del flete terrestre y el empleo del mismo para las tareas de producción por medio de maquinarias agrícolas. El petróleo ha experimentado un aumento desde la segunda mitad de 2020, luego de tocar el mínimo de 16,55 dólares el barril (el WTI) en abril y como consecuencia de las cuarentenas alrededor del mundo. La perspectiva para 2021 era optimista, pero las nuevas olas en Europa, Brasil y la India, grandes consumidores de petróleo, están presionando a la baja en los últimos días.

Hoy la principal amenaza para el comercio internacional de soja es la aparición de la nueva cepa de peste porcina africana que podría volver a afectar la producción porcina de China y consecuentemente la demanda del grano y sus derivados.

Otro elemento que incide en el valor de la soja es el valor del dólar, en tanto es la moneda utilizada en las transacciones internacionales. La pérdida de valor del dólar es compensada con el aumento de las commodities comercializadas internacionalmente. Esto es así para que el valor del producto en moneda local no se licue junto con el dólar. Al respecto, si bien en el inicio de la administración Biden se especulaba con que la nueva Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, incentive la depreciación de la moneda, la propia Yellen se encargó de anunciar enfáticamente lo contrario y de hecho hoy el dólar se mantiene estable. La propuesta de un dólar digital y la posterior caída de la criptomoneda Bitcoin, preanuncian un dólar con robustez y que en consecuencia no sería un factor para la suba de la soja.

Otra variable importante y que introduce un grado de volatilidad elevado en la cotización de la soja es la especulación financiera. El alza posterior a la crisis financiera global de 2008 se debió en gran medida a la especulación, ya que los contratos futuros de la soja y otras commodities eran mucho más atractivos que la especulación con acciones en medio de la crisis. Actualmente, si bien el sector financiero ha acompañado la suba, la principal explicación continúa siendo la demanda de China. Las nuevas olas de Covid pueden empujar la cotización hacia abajo, pero en la medida que el consumo de China se mantenga estable no debería haber una caída significativa. ¿Podría un escenario de nueva recesión hacer más interesante la especulación con los contratos de soja? Un último factor reduce el optimismo en relación a la oleaginosa.

 

Hoy la principal amenaza para el comercio internacional de soja es la aparición de la nueva cepa de peste porcina africana que podría volver a afectar la producción porcina de China y consecuentemente la demanda del grano y sus derivados. Como los nuevos focos detectados se distribuyen en diferentes puntos del país, esto hace pensar que el brote podría ser mayor a lo reconocido por las autoridades. Así, incluso cuando el escenario internacional es de incertidumbre por las nuevas olas de la COVID-19, la principal preocupación en lo relativo al precio de la soja es la fiebre porcina africana.

El conjunto de los factores repasados y sus tendencias futuras indican que es muy probable que el precio de la soja ya haya alcanzado su máximo nivel en lo que resta del año debido a que la demanda china no continuará expandiéndose. Por otro lado, habiéndose superado la Guerra Comercial entre las dos potencias en disputa global, nada indica que el valor pueda retroceder significativamente. 

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