Agrobiodiversidad

Bancos de germoplasma: para defender y conservar las variedades locales de cultivos

El INTA trabaja en procesos de conservación y restitución de los cultivos en aquellas zonas en las que se perdieron; especialmente de poroto, papa y maíz.

Por Marisa Massaccesi | 07-12-2020 12:00hs

Tanto en la provincia de Buenos Aires, más precisamente en Balcarce y Pergamino, como en Salta, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) cuenta con bancos de germoplasma. Allí, se almacenan poblaciones locales de poroto, papa y maíz.

El Instituto trabaja con sus especialistas en estos procesos de conservación y restitución de los cultivos en aquellas zonas en las que se perdieron. Esta conservación en las Estaciones Experimentales contribuye a la complementariedad en el lugar, en las fincas de algunos agricultores.

Mariana Ferreyra es la curadora del Banco Activo de Germoplasma salteño. Consultada sobre la Red de Recursos Genéticos del INTA, de los cuales los bancos forman parte, expresó: “Desde el año 2004 se encuentran trabajando activamente, junto con los extensionistas de los territorios, en la restitución de variedades locales de estas especies en aquellas regiones donde la diversidad de estos cultivos se ha perdido”.

Un rol preponderante cumplen las variedades o poblaciones locales en la provisión de alimentos, ya que de ellas dependen que las especies y los ecosistemas evolucionen y se adapten al ambiente cambiante. Además aportan variabilidad para incorporar en los programas de mejoramiento genético de los cultivos, y suman valores sociales, culturales, estéticos y recreativos.

 

Raquel Defacio, curadora del Banco Activo de Germoplasma de la EEA Pergamino, expresó que “las variedades locales se encuentran localizadas en las zonas de agricultura de subsistencia y minifundios del nordeste y noroeste y de comunidades originarias andinas y patagónicas, y han sido conservadas y desarrolladas tradicionalmente por los agricultores que habitan estos territorios”.

Las principales causas son el reemplazo de las variedades tradicionales por materiales mejorados de la misma especie o por otros cultivos más productivos o de mayor valor económico.

Desde el INTA se ha observado una importante disminución de la diversidad de variedades locales en las regiones donde se las cultiva. Existen grupos de agricultores y comunidades, que, de manera conjunta con especialistas del Instituto, se interesan por seguir cultivando las variedades locales y recuperar aquellas con las que hoy no cuentan.

“Las principales causas son el reemplazo de las variedades tradicionales por materiales mejorados de la misma especie o por otros cultivos más productivos o de mayor valor económico, el abandono del cultivo debido a la migración de la población rural o incluso porque pueden ser adquiridos en mercados cercanos”, indicó la curadora del Banco Activo de Germoplasma de la EEA Balcarce, Ariana Digilio.

La actividad que realiza el INTA en relación a las poblaciones locales se enmarca dentro del Proyecto “Conservación y uso sostenible de los recursos fitogenéticos locales para la alimentación y la agricultura para contribuir a la seguridad alimentaria de los pequeños agricultores de Argentina”, presentado por nuestro país en la cuarta convocatoria del Fondo de Distribución de Beneficios del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA).

 

Objetivos del Proyecto

  • Articulación interinstitucional mediante un trabajo en equipo multidisciplinario
  • Aportes a la seguridad alimentaria
  • Conservación de la agrobiodiversidad y los agroecosistemas
  • Revalorizar los conocimientos tradicionales asociados a los cultivos
  • Intercambio de saberes entre la conservación in situ y ex situ de las variedades locales
  • Garantizar el acceso a un número específico de herramientas para la investigación y el fitomejoramiento

 

Con este Proyecto, se espera beneficiar a 1.600 productores locales, que comparten características típicas de la agricultura familiar, distribuidos en distintas regiones del país.

Las poblaciones contribuyen a aumentar la diversidad en los agroecosistemas, están adaptadas a las condiciones del suelo y el clima locales en las que se desarrollaron y muestran resistencia natural a plagas y enfermedades.

Los agricultores locales han seleccionado y mejorado sus producciones a lo largo de muchos años. El INTA, centrará sus actividades en la conservación y selección participativa y difusión de las variedades bonaerenses y salteñas.

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