FAUBA

Todos acelerados, ¡hasta los árboles porteños!

¿Sabías que algunas especies forestales porteñas comienzan a brotar hasta un mes antes que hace seis décadas atrás a causa de un aumento de la temperatura? FAUBA elaboró un estudio para mostrar las causas de por qué esto sucede y se encargó de compartirlo para que cada vez se tome mayor conciencia de cómo el cambio climático y las grandes construcciones afecta el cambio biológico de la naturaleza.

Por Marianela Chimento | 07-12-2020 03:31hs

El cambio climático y el crecimiento de la infraestructura en la Ciudad de Buenos Aires fueron dos factores claves para que aumente la temperatura de las áreas urbanas. ¿Consecuencias? Todo indicaría -según un estudio reciente- que este fenómeno fue responsable de haber provocado cambios en el comportamiento de distintas especies que componen el arbolado urbano. ¿Cómo es posible esto? Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) llevaron a cabo una evaluación para demostrar cómo estos árboles modificaron parámetros de su ciclo biológico. ¿Beneficio o daño? Nace un abanico de posibilidades según la especie.

 

Hablemos del cambio climático

Tal como explicaron desde FAUBA, a nivel global, el cambio climático implica un aumento en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, con un incremento en la temperatura media del planeta. Ahora bien, ¿Qué pasa en la ciudad? Aquí se juntan otros factores que también inciden sobre el clima.

¿Entonces? Danilo Carnelos, docente de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad, y principal autor del artículo publicado en la revista científica Agronomía y Ambiente, fue el encargado de explicar que el aumento en la población, en la superficie edificada, y del consumo de energía, provocan cambios "en el microclima urbano", con un incremento de la temperatura mínima que repercute en las plantas.

 

Estudio

Carnelos para su trabajo relevó 12 especies forestales de diferentes características que crecen en el predio de la FAUBA de la Ciudad de Buenos Aires. Sobre las mismas se disponían datos fenológicos históricos tomados por Servicio Meteorológico Nacional (SMN) entre 1947 y 1956.  Es válido aclarar que la mayoría de estas especies son exóticas, pero a la vez son muy comunes en el arbolado urbano de CABA. ¿De cuáles estamos hablando? Jacarandá, palo borracho, plátanos, liquidámbar, acer, acacia, lapacho rosado y tilos.

En tal sentido, el investigador contó que en el 2014 se dio inicio al proyecto con las observaciones fenológicas junto a Guillermo Murphy -profesor de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA- estudiando de esta forma las respuestas de las plantas a los cambios del ambiente. El objetivo a alcanzar era poder evaluar si habían ocurrido modificaciones en la brotación y en la floración de diferentes especies forestales.

¿Qué se quería ver puntualmente? "Si se habían modificado las secuencias fenológicas, las fechas medias de brotación y de floración, respecto de los datos presentes en los boletines que emitía semestralmente el SMN décadas atrás", argumentó Carnelos. Los análisis continuaron hasta 2018, y  los ejemplares fueron relevados día por medio desde agosto hasta diciembre durante los cuatro años, por el creador de la idea y un grupo de estudiantes de la institución.

¿Conclusiones? En la mayor parte de las especies se observó un adelanto, entre 20 días y un mes, de la fecha media de brotación. Sólo algunas especies, como el tilo y el plátano, se adelantaron en menor medida, entre 1 y 7 días.

 

Aclaraciones

"En otras zonas de la ciudad de Buenos Aires se podría repetir este fenómeno con más intensidad", advirtió el especialista, explicando que si bien el predio donde se llevó a cabo el estudio está dentro de CABA, se genera un microclima, y -en general- en la ciudad es más marcada la diferencia.

De esta forma dio como ejemplo que cuando comenzaba la floración en los jacarandá que están en la Facultad, en otros barrios ya habían pasado la plenitud de floración. "O sea que si dentro de la Facultad se alargó el período de crecimiento, en el arbolado urbano seguramente haya diferencias”, sostuvo.

Además, destacó que las investigaciones se limitaron al predio de la UBA porque los datos históricos aportados por el Servicio Meteorológico fueron tomados en ese mismo lugar y en el Jardín Botánico Carlos Thays. “Hace falta repetir el relevamiento más años para darle robustez a los datos”, afirmó.

 

Avances

Actualmente se está avanzando en una segunda parte del trabajo que consiste en el estudio de la floración de las especies forestales, a cargo de Gonzalo Fernández Zapiola, estudiante de la carrera de Ciencias Ambientales y ayudante de la cátedra.

 

Clima y plantas ¿Qué pasa?

El investigador fue más allá y también vinculó los resultados de su estudio con los cambios en el clima observados por otros trabajos de la Cátedra de Climatología, como los realizados por los docentes e investigadores Murphy y María Elena Fernández Long, entre otros. ¿Qué se obtuvo de esto?

“Si aumenta la ventana de crecimiento, muchas especies van a crecer más", contó el profesional pero aún así aclaró que otras, las cuales son exóticas y originarias del Hemisferio Norte, tienen un requerimientos de frío o no toleran altas temperaturas.

Para investigaciones futuras, Carnelos aseguró que el razonamiento no debería ser tan lineal porque cada especie tiene diferentes requerimientos bioclimáticos y posiblemente la ausencia de un estímulo puede suplirse con la mayor disponibilidad de otro.

 

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