PANDEMIA

COVID-19 y sus restricciones, la figurita repetida que nadie quiere

El Agrario diálogo de forma exclusiva con diferentes profesionales de la salud que dieron su visión respecto al aumento de casos que está atravesando el continente europeo. Analizaron la posibilidad de que esto se replique en Argentina y qué pasaría si se vuelve a un confinamiento.

Por Marianela Chimento | 27-11-2021 10:30hs

El continente europeo se encuentra atravesando una nueva ola de contagios de COVID-19. Esto alertó a las autoridades y decidieron aplicar medidas extremas para ponerle un freno al virus. Mientras tanto, algunos especialistas sostienen que esta situación se dio por los "antivacunas", y  al "entendible relajamiento" de las personas frente a los cuidados preventivos.

Europa, una historia que se repite

Recientemente, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) alentó a tomar medidas, de forma urgente, para hacerle frente al rebrote de COVID-19 que se está dando en el continente. Siendo aún más precisos, sostuvieron que, de no cumplirse con esto, cabe la posibilidad de que el saldo sanitario sea "demasiado pesado" en los próximos meses.

¿Pero qué es lo está pasando en Europa que hace que los casos vuelvan a crecer? Tal como sostienen médicos y especialistas de Europa, la gente “se relajó”, dejó de cumplir de forma estricta los cuidados esenciales y, a la vez, no ayuda el hecho de que el porcentaje de no vacunados sea tan importante.

Respecto al tema, El Agrario dialogó con Gonzalo Fernández, médicoargentino de 30 años, recibido en la Universidad de Buenos Aires, UBA, que viajó a Europa para perfeccionarse en anestesia y terapia intensiva, y hace años ejerce la medicina en España. Gonzalo, quien trabajó y trabaja muy de cerca con pacientes afectados por el virus, destacó que “en los países europeos los que marcaron la diferencia para que la ola de contagio crezca fueron los antivacunas”.

Si bien reconoció que la gente está más distendida, y “es inevitable no relajarse”, no dejó de asegurar que “hay muchos que no se quisieron vacunar basados en sus teorías conspirativas y, justamente, esas actitudes hoy tienen repercusiones y consecuencias negativas para toda la población”.

En esta línea precisó que si uno no se vacuna le da ventaja al virus a que siga mutando y así este toma más posibilidad de infectar, aún a aquellos que sí se inmunizaron. “La vacuna es la solución a todos estos problemas”, resaltó.

Por su parte, el doctor Martin Hojman, infectólogo de la UBA -Universidad de Buenos Aires, especialista universitario en enfermedades infecciosas, coincidiendo con Fernández, sostuvo a este medio que “lo de Europa se dio por la tasa no tan alta de vacunación, sumado a que la población dejó de tener y cumplir con los cuidados preventivos”.

Frente a esta situación, y ante las posibles soluciones más inmediatas, el especialista subrayó que se debe aumentar rápidamente el porcentaje de inmunizados y respetar todos los protocolos sanitarios. “Uno se puede relajar, eso no está mal, pero siempre y cuando prime la responsabilidad y el cuidado sanitario”, aclaró.

Asimismo, para evitar que la ola de contagio continúe en ascenso, alentó a la aplicación de una tercera dosis y a que se aumente y acelere el esquema vacunatorio a nivel mundial y no solo en el continente europeo. “En África hay un solo 5 % de la población que tiene dos dosis” ejemplificó y manifestó que también, sería apropiado brindar mayores herramientas y más material informativo y educativo a los “antivacunas”.

“Pocas cosas quedaron tan claras en la pandemia como la utilidad de las vacunas, lo vemos nosotros todos los días con la disminución en el número de pacientes internados y en la taza baja de mortalidad. Las vacunas son eficaces, útiles y seguras”, expresó Hojman.

 

¿Nuevas o viejas restricciones?

Frente a esta alerta de nuevos contagios, las autoridades de los países europeos no dudaron en tomar medidas, mal llamadas nuevas, porque no son más que una serie de pautas ya aplicadas en el momento más candente de la pandemia. Lo que sucedió es que, en esta oportunidad, muchas personas no lo tomaron a bien y se expresaron en contra de las restricciones, en diferentes partes del continente, a través de protestas y manifestaciones.

Si bien cada territorio aplicó el nuevo protocolo según la escala de contagios, no dejó de ser similar en cada ocasión. De esta forma, habrá horarios especiales para restaurantes y comercios y las empresas y oficinas deberán aplicar modalidad de teletrabajo y no de forma presencial.

Además se pondrá la lupa en el número de personas que puedan formar parte de un encuentro social dentro de los hogares y, por el momento, quedarán suspendidos los actos masivos o los eventos multitudinarios.

Se busca también la tenencia de pasaporte sanitario y que sea obligatorio el uso de tapaboca, aún en lugares al aire libre. En algunos sitios más exigentes, se está analizando la idea de un confinamiento estricto y que la vacuna sea obligatoria y no optativa para toda la población, incluso en menores.

 

Confinamiento social y mental

La licenciada en psicología Vanesa Ben aseguró que “todo confinamiento tiene efectos negativos sobre la salud mental y emocional”. Sin embargo, reconoció que, cuando hay peligro de vida para el ser humano, eso se reconsidera.

Por su parte, Josefina Badano, también especializada en esta ciencia, marcó que, ante esta posibilidad, “habrá personas que acaten y otras que no”. De todas formas, aceptó que “sería muy difícil regresar a un encierro total ya que hubo un gran desgaste emocional, físico y económico durante el confinamiento anterior a nivel mundial”.

Haciendo hincapié en el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que atravesó Argentina, Josefina, argumentó que “para la población que quería cuidarse fue tranquilizador saber que tenían la oportunidad de quedarse en casa y no salir a exponerse, pero esto trajo, para muchos, consecuencias económicas y emocionales, porque la gente necesitaba trabajar y porque somos personas que vivimos en sociedad”.

En esta sintonía, sumó que algunas personas son más flexibles y por eso pudieron readaptar su vida a esta nueva modalidad, pero para otras causó mucho malestar y sufrimiento el no poder continuar con su rutina o tener que estar en soledad. “Había mucha ansiedad por la incertidumbre que se vivía. Desde ya que hay una base que nos permite enfrentar estas crisis de una u otra forma. Lo que hizo la pandemia fue exponer estas características personales de cada uno”, aseveró.

Ben, además, no dejó de remarcar que, en caso de nuestra Nación, todas las medidas adoptadas por el Gobierno, en materia de asistencia durante esta etapa, “hoy son imitadas por muchos países que por su cultura o modelo no tienen ningún tipo de asistencia social y hoy deben potenciar un Estado presente que no estaba en agenda. Eso tampoco hay que perderlo de vista”.

A la hora de explicar el comportamiento más distendido de la gente y los cuidados frente a la pandemia, Badano marcó que “este accionar es notorio". "La gente se siente más segura, ya sea porque están vacunados, porque sienten que están inmunizados, porque ya lo tuvieron o también porque lograron no tenerlo. El mayor miedo de las personas era la muerte y, hoy en día, ese miedo disminuyó, por lo tanto, se prioriza la economía, la educación y los vínculos sociales”, agregó.

 

Argentina, entre rebrotes y la esperanza de evitar una nueva ola

Respecto a si se puede dar un rebrote en nuestro país, el infectólogo Hojman manifestó que “hay que ver qué pasa”, y valoró que actualmente se tiene un porcentaje de vacunados muy alto y ya se está cumpliendo con los esquemas de una tercera aplicación.

“Es inevitable que en algún momento se de un aumento de casos, pero esperemos que no tenga un impacto real importante en lo que respecta a internación y mortalidad”, reflexionó.

Por su parte la psicóloga Vanesa Ben, quien tiene experiencia en el ámbito hospitalario, transmitió que “Argentina tiene un sistema de salud deficiente para las altas expectativas, pero único en el mundo”.

El acceso a la salud es gratuito al igual que el calendario de vacunación, lo tenemos internalizado como un derecho humano, a diferencia de otros países donde la salud está privatizada. Tenemos un sistema de vacunación accesible y gratuito desde el nacimiento. Para nosotros vacunarnos es casi un derecho y deber cívico”, finalizó.

Seguí leyendo: Tercera dosis, ¿qué piensa el personal de salud?

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