El director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP), Andrés López, compilador del libro "Nuevos Sectores Productivos en la Economía Argentina", expuso que el país tiene la oportunidad de encontrar un nuevo rol productivo en la reconfiguración de las cadenas de valor globales e integrar localmente más actividades como proveedor regional en pos de consolidar su proceso de transformación industrial.

El trabajo se basa en la investigación de los impactos sobre el desarrollo y las políticas públicas en nueve sectores: hidrocarburos no convencionales, litio, biocombustibles, agricultura y ganadería de precisión, servicios del conocimiento, software, economía de datos, nanotecnología y sector espacial. Estos sectores fueron elegidos ya que son los presentan mayor potencial exportador, posibilidades de agregado de valor, de productividad e innovación, generación de empleo directo e indirecto y fortalecimiento de las cadenas de valor, con inserción en mercados globales.

Al respecto, López comentó en declaraciones periodísticas que el interés inicial surgió en analizar los cambios que se produjeron en la estructura productiva de la Argentina en las últimas dos décadas, desde el punto de vista de la potencialidad de desarrollo económico.

Según el estudio, parte del proceso de desarrollo reside en la transformación productiva que se basa en nuevos sectores emergentes, la aparición de nuevos actores y nuevas posibilidades tecnológicas, con adecuado desarrollo de políticas públicas.

Asimismo, el libro explica la complejidad del escenario actual, en donde el eje ya no está puesto en la industrialización versus recursos naturales, sino que se le da cada vez más importancia al sector de servicios y al lugar que ocupa un país en las cadenas de valor globales.

En este marco, López resalta la oportunidad que poseen la Argentina y América latina de encontrar aquellas actividades que se realizan en Asia o en otras regiones, debido a que empresas de Estados Unidos plantean tener proveedores más cercanos al no poder depender solamente de insumos provenientes de Asia o regiones remotas.

Además, agregó que si bien actualmente la rivalidad entre Estados Unidos y China se encuentra moderada, podrían llegar a escalar y producir la salida de algunas actividades que se desarrollan en ese continente.

A esto se le suma la importancia de la huella de carbono en las actividades y productos de las empresas, cuyos esfuerzos por enfrentar el cambio climático se basan en el transporte global de cargas, buscando que las cadenas se acorten, valorando los proveedores más regionales, lo que significa una nueva oportunidad para Argentina.

Por ello, López explicó que si se reconfigura la geografía productiva global, la Argentina podrá incluir localmente más actividades si se comprende el funcionamiento de las cadenas de valor y su reconfiguración.

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