Terapia asistida con caballos

Una actividad con fuerte impulso de inclusión social

En Argentina, miles de niños y adultos con discapacidades hacen terapias ya actividades asistidas con caballo. Sin embargo, la actividad no está regulada a nivel nacional y pocas obras sociales y prepagas la cubren. El Agrario dialogó con Alejandro Zengotita, director Ejecutivo del Centro de Equitación para Personas con Discapacidad y Carenciados (CEDICA).

Por Camila Correa | 20-11-2021 09:00hs

Las terapias y actividades asistidas con caballos (Tacas) o equinoterapia, como se la conoce popularmente, son cada vez más elegidas por personas con discapacidad en pos de alcanzar una mejor calidad de vida.

El Agrario dialogó con Alejandro Zengotita, director del Centro de Equitación para Personas con Discapacidad y Carenciadas (Cedica) y Campo Arroyo San Juan, quien hace más de 25 años que está al frente del desarrollo de esta actividad.

Zengotita es especialista en Derechos Humanos, Seguridad Social, Discapacidad y en Planeamiento Estratégico de Alianzas entre el Estado y las Organizaciones de la Sociedad Civil y durante más de 30 años dedicó su tiempo a la administración pública.

Las personas que asisten a Cedica no son llamados “pacientes”, son jinetes y amazonas, que presentan distintos niveles de discapacidad física y/o mental, con patologías asociadas, así como individuos en situaciones de riesgo y vulnerabilidad social, incluso sin límite de edad. “La más chiquita que ingresó  tenía 20 meses y el adulto más grande, tenía 73 años”,señaló Zengotita a este medio.

Las terapias las llevan adelante profesionales de la salud y de la educación. “El caballo es un mediador, un estimulador de la actividad para aquellas personas que les gusta mucho el caballo y eso hace que se recree una actividad en un medio distinto”.

Las personas con discapacidad son personas que están muy acostumbradas a concurrir a Centros de Atención de Salud, Hospitales, Centros de Rehabilitación, consultorios. “Esto es otra cosa, es una institución al aire libre, en un lugar con árboles, pájaros, en contacto con la naturaleza”, indicó. La terapia comienza con un proceso de admisión del alumno cuando lo deriva algún profesional de la salud o cuando la familia busca una terapia diferente a la que hace. “Se realiza una evaluación de la persona, en base a eso se planifica un trabajo, se determina qué profesional la va atender, dependiendo del tipo de patología, mental, motora, visceral, sensorial, etc.", señaló.

 

La falta de una ley nacional

A nivel nacional todavía no existe una ley que regule la actividad de terapia y actividades asistidas con caballos, o la reconozca como un método terapéutico válido, y por ende, la incorpore al Plan Médico Obligatorio de obras sociales y prepagas.

Además existe un dato que genera intranquilidad en los centros que se dedican a la rehabilitación de personas con diferentes patologías. "En un país de 45 o 46  millones de habitantes, hay 5 millones y medio de personas con discapacidad y existen unos 300 centros de salud y no se llega atender a 15.000 personas", señaló el Director al mismo tiempo que indicó: “Hay mucha gente que no puede sostener este tipo de tratamientos, es importante que desde el Estado haya programas de gobierno y que las obras sociales cubran la prestación”.

En cuanto a proyectos de ley presentados en el Congreso de la Nación manifestó: “Hace muchos años que hay proyectos en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación, pero todavía no hemos logrado que tenga el tratamiento parlamentario adecuado. Cuando se obtiene que pase por determinadas comisiones de la Cámara, no se logra que se apruebe”, agregó sobre la imposibilidad de encontrar lugar en la agenda del Congreso  y ser tratada en el recinto.

Si bien hay 10 provincias de Argentina que cuentan con una ley, en mayoría de los casos no han sido reglamentadas. Esperanzado el director de Cedica comentó: “Creemos en el 2022 cuando se normalice el funcionamiento de la Argentina, vamos a estar mejores condiciones”.

 

Un recorrido por su historia

En La Plata, además del campo de la localidad de Arturo Seguí, hay una sede dentro del Hipódromo de la ciudad, donde la actividad ya sostiene un desarrollo de más de dos décadas. El 17 de octubre, Cedica cumplió 27 años de trabajo en el Hipódromo de la capital provincial. “La iniciativa  surgió en el año 1992 como una inquietud de una trabajadora social que trabajaba dentro del Hipódromo y, perteneciendo al mundo del caballo de toda la vida, pensó que los caballos podían brindar placer y bienestar a las personas con discapacidad”, contó a este medio el director.

Fue la primera institución de la provincia de Buenos Aires y el primer programa de política pública para personas con discapacidad. Con un grupo de personas que se sumaron a la propuesta inicial, se comenzó a pensar en la idea de diseñar una política pública. “Llevamos un proyecto a la que era en ese momento, la presidenta del Consejo de la Mujer de la provincia, lo que ahora es el ministerio de Desarrollo de la Comunidad”, indicó Zengotita.

“Nuestra idea era llegar  a personas con discapacidad y que su posibilidad económica estuviera lejos de poder acceder a actividades  ecuestre. Empezamos a atender a chicos derivados del organismo de Niñez y Adolescencia de la provincia”, agregó sobre los inicios.

Después se sumaron las y los internos de centros  y hospitales de salud mental, del ministerio de Salud de la provincia. El boca en boca fue haciendo más conocida la actividad, hasta el año 2007 que aparece la figura de Jorge Rodríguez, administrador general del Hipódromo de La Plata, durante la gestión del Gobierno de Daniel Scioli. En esos tiempos se armó la sede Campo Arroyo San Juan, en Arturo Seguí. “Es un campo de nuestra propiedad, pero pudimos conseguir recursos y brindar becas a una población de la zona, muy carenciada”, expresó.

Luego, se ampliaron las redes y se comenzó a trabajar junto al  Centro de Estimulación y Atención Temprana (CEAT Nro 1),  de la Dirección de Escuelas de la provincia. También desde el ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia, se creó un Programa para el Servicio Penitenciario y para la Dirección de  Caballería de la policía, con nuevos centros.

“En ese momento teníamos 4 centros activos. Antes de la pandemia atendíamos a más de 160 personas y teníamos a casi 300 personas en lista de espera. En cuanto a personal integramos el centro 46 personas, más 52 voluntarios. Casi 100 personas de lunes a sábado, con distintos equipos atendían las distintas sedes”, detalló.

Durante la pandemia las actividades continuaron de manera virtual y el número de personas asistidas se redujo. “Muchas personas no contaban con wifi, o dispositivos que pudieran sostener un encuentro virtual y eso dificulto la continuidad”, explicó Zengotita.

 

Camino a la post pandemia

Hoy, asisten al centro de Arturo Seguí, de manera presencial, cerca de 60 personas. “La idea es que en el transcurso del  2022 se vuelva a los niveles normales", indicó sobre los nuevos tiempos.

Con la inquietud de ir generando otras herramientas que complementen la terapia, CEDICA cuenta con un programa de voluntariado y tiene la mirada puesta en la importancia de la capacitación. “Hace 16 años tenemos un programa de voluntariado social, formamos y capacitamos a estudiantes universitarios y a personas de la comunidad, para que puedan colaborar con las distintas actividades”, detalló el director.

En este último año, las posibilidades  se  expandieron, el Centro capacitó a gente de países de Latinoamérica y Europa y se continuó capacitando a gente de distintos lugares del interior del país. “El año pasado formamos a gente de 26 centros de 8 provincias Argentinas”, explicó Zengotita.

De cara al futuro, el director señaló que trabajan en la idea de abrir nuevos centros en los municipios de Punta Indio y Tandil. “Se capacita y forma gente con el fin de abrir nuevos centros.  Los acompañamos en la apertura y hacemos una supervisión por un año, luego trabajan de forma autónoma. Ya hemos abierto varios centros con este sistema”, destacó.

Este sábado 20  y domingo 21, tendrá lugar el 7mo encuentro Paraescuestre. Se llevará a cabo de manera presencial  en el Campo Arroyo San Juan de Arturo Seguí. Allí, las amazonas y los jinetes de todos los niveles podrán participar en tres tipos diferentes de pruebas: Pruebas de manejo (predeportivas); Tablas de adiestramiento; y concluye con una Pruebas de salto de obstáculos.

El evento permitirá el reencuentro con viejos alumnos y con personas que asisten de otras localidades. "En otros años ha venido gente que vino de Bolivia, esto fomenta el intercambio. Además contará con la presencia de funcionarios nacionales, provinciales y  municipales", indicó Zengotita.

Se llevarán a cabo dos clínicas dirigidas a  entrenadores, instructores, amazonas y jinetes. Clínica de Prevención y Primeros Auxilios en Caballos de la mano  de Fernando Boiko, médico veterinario y Clínica de Iniciación al Adiestramiento Paraecuestre, de la mano de  la Jueza Nancy Heredia Azcurra. ⁣

Foto destacada: Cedica

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